Uso y potencial de la biomasa en piscinas públicas y privadas de España

 
Energía en las piscinas
Calentar grandes volúmenes de agua y mantenerlos a una temperatura adecuada para el baño requiere elevados consumos energéticos. El encarecimiento de la energía provocado por el imparable aumento del precio de los combustibles fósiles y de la electricidad está obligando a tomar medidas a ayuntamientos y empresarios para sostener la viabilidad económica de sus piscinas. El presente artículo ofrece un panorama del uso actual y potencialidad de la biomasa para mejorar la viabilidad económica de las piscinas climatizadas.
Piscinas climatizadas en España
Según el Censo Nacional de Instalaciones Deportivas del Consejo Superior de Deportes, de los 20.029 recintos que albergan piscinas en España, 1.807 corresponden a instalaciones climatizadas con capacidad para realizar deportes acuáticos. De ellas, las piscinas de gestión privada casi duplican a las de gestión pública (Tabla nº1).
El porcentaje de instalaciones privadas supera al de públicas en algunas CCAA mientras que en otras ocurre lo contrario, posiblemente por condicionantes políticos y económicos, de densidad poblacional o de ubicación en zonas muy turísticas.
En “número de habitantes por instalación”, el ranking se desplaza entre Baleares con 6,4 hasta Extremadura con 65,2. Esta significativa diferencia puede estar causada de la menor renta per cápita de algunas regiones y por condicionantes climáticos, ya que los territorios del norte, que utilizan las instalaciones durante mayor número de días, son los que figuran en cabeza. (Gráfico nº1)

Instalaciones climatizadas con biomasa

El Observatorio Nacional de Calderas de Biomasa (ONCB) tiene registradas un total de 120 de piscinas climatizadas que disponen de calderas de biomasa (Tabla nº2).
 
 
Andalucía es el territorio que dispone de más piscinas con biomasa. El 50% de las piscinas cubiertas de gestión pública están dotadas con calderas de biomasa para su funcionamiento; no en vano es la Comunidad Autónoma donde más arraigado se encuentra actualmente el sector bioenergético. Los combustibles preferidos son hueso de aceituna y pellet y, en algún caso, astilla de origen forestal.
En Cataluña, a pesar de ser el territorio con mayor número de instalaciones, sólo 20 piscinas se calientan con calderas de biomasa. Aproximadamente una de cada seis de gestión pública tiene disponibilidad de generación de calor con biomasa.
Por otra parte, un buen número de centros de hidroterapia también utilizan biomasa. Están ubicados en balnearios como los de Arnoia (Ourense), El Raposo (Badajoz); Rucandio (Cantabria); Jaraba (Zaragoza); Albacete; Cestona (Guipúzcoa) o Liérganes (Cantabria); en hoteles y casas rurales como el Hotel-Balneario de Paracuellos de Jiloca en Teruel, el de “Augas Santas” en Lugo, el Hotel Nabia en Candelada (Ávila) o el Camping-Balneario “La Fuente” en el municipio de Los Baños de Fortuna en Murcia.
 
Piscinas no cubiertas
Algunas piscinas no cubiertas de aprovechamiento estival y situadas en zonas rurales de montaña o en la meseta han comenzado a instalar calderas de biomasa para elevar la temperatura del agua y ampliar la temporada de baños. Asimismo, un importante número de hoteles en zonas turísticas costeras peninsulares e insulares ha comenzado a instalar calderas de biomasa para producir ACS y climatizar la piscina exterior durante todo el año. Es el caso de 18 grandes complejos turísticos en las Islas Canarias, que superan los 6.000 kW de potencia.
 
Ventajas de climatizar con biomasa
Las necesidades energéticas de una instalación TIPO, compuesta por 2 vasos (chapoteo-aprendizaje y vaso polivalente) y vestuarios, derivan de producir ACS, calentar los vasos y las reposiciones hídricas diarias, y de calentar el recinto de vasos y vestuarios.
 
 
Teniendo en cuenta la normativa sobre bienestar térmico y calidad del aire en estas instalaciones (Tabla nº3), y considerando que un gran número de instalaciones de biomasa están hibridadas con placas termosolares, se han calculado las necesidades energéticas anuales medias, para un período de apertura de 8 meses, en 640.000 kWh/año (Tabla nº4).
 
 
Comparativa de costes con diferentes combustibles
Cubrir las necesidades energéticas de 640.000 kWh de una instalación TIPO con diferentes combustibles genera diferentes costes anuales (Tabla nº5 y Gráfico nº2).
 
En la Tabla nº6 se pueden ver las diferencias de coste al cubrir las necesidades energéticas de una instalación TIPO con combustibles fósiles o con biocombustibles.
 
La astilla resulta la opción más económica. En piscinas urbanas con acceso a gas natural a precio industrial sería necesario contemplar otros condicionantes no económicos para plantear un cambio de calderas y de combustible a, por ejemplo, pellets. En zonas rurales la biomasa es sin duda la opción más rentable.
Sustituir una caldera de combustible fósil de 300 kW por otra de biomasa en formato “astilla” conlleva una inversión media de unos 350 €/kW.
Descontando el gasto previsible en combustible que tendrán las calderas de gas o gasoil, el periodo de amortización del cambio estaría en 3,7 años. Valor muy interesante para acometer el cambio.
El ahorro que se logra con astilla en comparación con el gas natural a precio industrial es del 40%. Con este ahorro se logra reducir en un 10% los costes de la generación de energía en una instalación tipo por campaña, pasando del 28% al 18% (Gráfico nº3).
 
 
Bernature
«el mundo en tus manos»

 

Por | 2013-07-11T15:28:00+00:00 julio 11th, 2013|Bernature, Biomasa, piscinas publicas y privadas|0 Comentarios