Reciclaje tecnológico: un aporte al bolsillo y al medio ambiente

La evolución tecnológica de los últimos años ha facilitado la vida del ser humano. Comunicarse es más fácil e incluso lograr ver películas 3D en el hogar ya no es algo impensable. A esto se suma la gran oferta en el mercado de aparatos con innovaciones constantes, que hacen que los seres humanos cambien en repetidas ocasiones de recurso tecnológico para adaptarse a las nuevas tendencias y estar a la vanguardia.
Esa inmersión en el mundo digital, ha hecho que olvidemos por instantes la importancia de conservar cosas esenciales para la vida, como el agua, el aire, en fin, el cuidado del medio ambiente. Sabemos comprar y comprar nuevas herramientas tecnológicas, pero ¿qué hacer con las que ya no usamos?
Muchas personas desconocen el daño que sus aparatos tecnológicos le hacen al medio ambiente. Por ejemplo, el fósforo que tiene un televisor puede contaminar hasta 80.000 litros de agua y si hablamos de partículas contaminantes en cosas tan comunes como computadores y celulares encontramos que guardan pequeñas concentraciones de plomo, mercurio, cadmio, cromo, níquel y otras sustancias, incluso radiactivas, que al agruparse y tener contacto con el medio ambiente pueden ser perjudiciales o letales para la salud humana.
En el 2010, el mundo producía alrededor de 40 millones de toneladas de basura electrónica. Lo alarmante del caso es que en un lapso de 5 años esta cantidad de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) aumentará entre un 16% y un 28%.
Hoy se produce más basura tecnológica, conocida en inglés como e-waste (Waste Electrical and Electronic Equipment), que basura doméstica y lo peor es que es más contaminante. Apple fue acusado por Greenpeace de utilizar “componentes potencialmente tóxicos en el iPhone”, como es el caso del bromo, sustancia que ya no se usa en la fabricación de celulares.
Ahora bien, las personas saben comprar y comprar tecnología, pero muchos no saben qué hacer con ella cuando ya no la necesitan o está obsoleta. Un estudio de Greenpeace reveló que “95% de los materiales que componen un teléfono celular son reutilizables o reciclables, mientras que en el caso de los computadores el porcentaje corresponde al 90%”.
Lo que algunos ven como basura, otros han aprendido a utilizarlo como negocio y esto se ve con los proyectos de reciclaje que se adelantan a nivel mundial. Si no son orientados a producir ganancias, se orientan a un fin social. 
En Colombia se tiene a Eco Cómputo, un depósito avalado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, donde los equipos utilizados son donados a Computadores para Educar (CPE) o a generar energía eléctrica. 
Ghana, China, India, Pakistán, Vietnam y Bangladesh son los principales países que reciclan residuos electrónicos y donde se proyecta que la cantidad de basura electrónica generada por los computadores en desuso crecerá 500% en la próxima década.
El valor de los residuos

En Asia, hombres, mujeres y niños se dedican a separar los componentes de los residuos de los aparatos para obtener unos gramos de cobre y plomo, con los que ganan entre $7.000 y $7.500 al día. Algunos países desarrollados envían la basura electrónica a naciones tercermundistas para que sean utilizados en proyectos educativos o empleados como materia prima para la creación de esculturas o hasta ladrillos para construir casas.
David Delgadillo, gerente de Lenovo, señala que reciclar estos desperdicios ayuda a que se disminuya la contaminación, se use menos energía y se generen menos desechos, pues si se extraen nuevamente de la naturaleza el daño sería mayor.
Se calcula que con el reciclaje los residuos se reducen 98% y que cada dispositivo se puede transformar en 70% en materias primas aprovechables, que son ricas en metales preciosos y otros componentes factibles de ser reciclados o reutilizados. 
Es importante destacar que varios de estos aparatos tecnológicos tienen cantidades de cobre, oro, plata, aluminio y paladio que tienen valor por sí solos. Extraer estos valiosos metales de los computadores de una manera rústica, expone a las personas a vapores dañinos, pero para la economía resulta bastante rentable. 
Una tonelada de restos de computadores contiene más oro que 17 toneladas del mineral extraído de una mina, y las placas de circuito impreso son 40 veces más ricas en cobre que la mena de cobre. 

Bernature
«el mundo en tus manos»

Por | 2013-05-15T10:20:00+00:00 mayo 15th, 2013|medio ambiente, reciclaje tecnológico|0 Comentarios